domingo, noviembre 28, 2010

Vísperas de nada

1
Doble dosis de "El amor brujo", de Falla, en esta edición del Festival de Cádiz. Anoche, en una versión en la que la cantante o cantaora era sustituida por un corno inglés. No hubo color, aunque la solista -la también inglesa Sarah Bishop- se adornó con un vistoso mantón de manila y una flor en la oreja.
2
No sé lo que pasará esta noche en el concierto de clausura, pero hasta ahora el Teatro Falla ha registrado tres llenos y dos trescuartaspartes. El público respondió  masivamente a la llamada del Ballet de Andalucía -en las dos representaciones que ha dado- y al reclamo del paisano Javier Ruibal. La maravillosa Orquesta Barroca de Sevilla arrastró a un buen puñado de entusiastas locales e importados, que armaron un merecido jaleo. En cuanto a la ROSS, en su concierto de anoche, sábado, -integrado por clásicos populares como El amor brujo, el Concierto de Aranjuez, y la sinfonía de Arriaga- , congregó a una entusiasta audiencia entre la que pude ver (¡oh, dioses!), ¡¡¡niños!!!
3
Me pregunto por qué la benemérita organización del Festival no programa los conciertos a horas más benévolas -ahora son a las nueve de la noche- para que puedan asistir familias al completo, además de jubilados, que es lo que pasa ahora.

Y también me pregunto por qué el Festival no regala las entradas que no vende a los estudiantes (la universidad está a dos pasos del Falla), en vez de a tanto funcionario que, en su mayoría, no asiste a los conciertos porque tiene que madrugar al día siguiente.



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