viernes, abril 30, 2010

La "alta indefinición" de Canal Sur


Bernardo Díaz Nosty escribe los viernes en "Diario de Cádiz", y es uno de los pocos catedráticos de universidad andaluces que se compromete en un artículo semanal. Es lógico, ya que, además, es periodista. Sigo desde hace tiempo sus comentarios, siempre muy pegados a la actualidad de los medios y, sin embargo, con visión estratégica. Este de hoy, sobre la televisión autonómica, me parece especialmente acertado. Pero me temo que no le harán el más mínimo caso.
Alta indefinición
Bernardo Díaz Nosty, 30 abril 2010
Desde hace un mes, la RTVA emite a través de un tercer canal digital, que emplea para las pruebas de la alta definición. No parece esta solución una prioridad de la televisión andaluza que se corresponda con las demandas de una sociedad que se ajusta el cinturón. Antes de abrir la ventana de los nuevos estándares tecnológicos sería necesario un debate a fondo destinado a garantizar un futuro sostenible para Canal Sur. Con un presupuesto anual de 240 millones de euros, soportado en más de un 70% por recursos públicos, y una plantilla de más de 1.500 trabajadores, ha llegado el momento de ajustar el modelo audiovisual a un escenario muy distinto al de hace tan sólo tres años.
Adentrarse en el océano de las modas tecnológicas, con esa vocación pionera que no es nueva en Canal Sur, hace más visibles las carencias de una televisión que no se adapta bien, en términos de utilidad pública, a la transformación social de su entorno. Ser pionero obliga a inversiones en tecnología que se malgastan cuando se ignora la mejora real que aportan. Contrastan los repetidos esfuerzos de innovación con la parquedad creativa y la calidad de los contenidos. Resulta decepcionante que estas apuestas se reduzcan al aparataje técnico, a soluciones que permiten ver lo de siempre con mayor calidad de imagen.
La implantación de la televisión digital ha supuesto una progresiva pérdida de audiencia en Canal Sur y una atomización general de los consumos, resultado de la nueva oferta audiovisual. Ante un escenario radicalmente distinto, parece necesaria una estrategia que dé sentido y significado a una televisión pública que empieza a perder el gran público...
Del mismo modo que Canal Sur ha sido abandonado por la audiencia infantil, a causa de la variada programación en los canales de la TDT, la fuga puede afectar a otros públicos si la emisora se aferra en sostener los argumentos de las cadenas comerciales. La RTVA debería perder el sesgo de televisión comercial pública y orientarse, aumentando la producción propia -plantilla tiene para ello -, hacia soluciones adaptadas a su realidad diferencial del territorio, lo que no supone refugiarse en los tópicos de una Andalucía superada.
Sabiendo que se acabó la era de las audiencias masivas, una oferta diversificada de contenidos y cercana a los ciudadanos -tiene sentido, por ejemplo, un Canal Sur 3 de noticias, debates y participación- daría identidad y valor complementario a los canales autonómicos. Porque si no consigue esa rentabilidad social y cultural, nuestra televisión se hará cada vez más innecesaria y revelará la improcedencia del gasto público aplicado.





1 comentario:

Pilar dijo...

Muy interesante el análisis, efectivamente. Y que se aplique´n las opiniones de Umberto Eco. Oye, ¿y qué les haces a los textos? sácalos de la celosía, hombre.
Besazo