sábado, enero 07, 2012

Nadie gritó ¡Viva la Pepa¡

Los Reyes Magos me dejaron en los zapatos, previo pago de 18 euros, una estupenda entrada para el concierto de anoche en el Gran Teatro Falla. Actuaban nada menos que el gran Miguel Roa, el mejor especialista de zarzuela del último medio siglo, dirigiendo a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, con la soprano sanluqueña Ruth Rosique y el tenor José Luis Sola.
Por 18 euros no te dan más que delantera de anfiteatro, pero desde allí se oye muy bien y se ve todo, incluyendo la coronilla de los que se sientan en el palco presidencial del teatro.
Así, vi que no asistió nadie del Ayuntamiento, mejor dicho: nadie, no. Había dos personas que, por el lugar en el que se situaron, más bien parecía que estaban intentando ocultarse que presidir. No me molesté en buscarles las caras; ya no conozco casi a ningún concejal.
Digo que el Ayuntamiento como institución representativa (en teoría) estaba ausente porque me llamó la atención, pues se trataba del primer acto cultural institucional del Consorcio del Bicentenario en este año de 2012. Un acto, además, de cierto nivel, aunque algunos consideren a la zarzuela como música menor... 
No debería haberme extrañado: el menosprecio municipal a todo lo que no organiza "Ella" es palmario, notorio, indiscutible. Son cosas del "enemigo", claro, y al enemigo, ni agua. Además, con el nuevo año he detectado la aparición de opiniones que atribuyen el ya evidente fracaso -o "jibarización- de la conmemoración a las disensiones internas del PSOE y a la Junta. ¿Pararrayos, reposicionamiento?... Quién sabe.
Por lo demás, el teatro registró media entrada y, por los signos externos, la gran mayoría de los asistentes éramos puretas y paganos.
Nadie gritó ¡Viva la Pepa¡

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