domingo, enero 02, 2011

Gárgolas y política

gárgola 1.
(Del b. lat. gargŭla).
1. f. Parte final, por lo común vistosamente adornada, del caño o canal por donde se vierte el agua de los tejados o de las fuentes. (DRAE).
English: In architecture, gargoyles are the carved terminations to spouts which convey water away from the sides of buildings. A similar type of sculpture that does not work as a waterspout and serves only an ornamental or artistic function is called a chimera, although these are popularly referred to as gargoyles also. (Wikipedia).


La función arquitectónica de las gárgolas es fundamental, ya que evacuan el agua de lluvia alejándola de los muros y, sobre todo, de los cimientos (de ahí lo de fundamental), a los que protegen del deterioro que conlleva el exceso de humedad. El chorro de agua que alejan tiene siempre la misma forma que la boca de la gárgola.
De igual manera actúan los portavoces políticos, alejando de sus jefes las críticas que les llueven y mitigando su deterioro. Y al igual que las gárgolas, este benéfico desvío lo realizan ajustando las críticas al orificio inmutable de su conveniencia, definido por los cerebros del partido en el llamado "argumentario".
No dudo de la eficacia de las "gárgolas parlantes" sobre la opinión pública, pero sí constato que me provocan irritación, desapego y un incontenible reflejo de apagar la radio o de pasar la página del periódico cuando aparecen. Porque soy tonto, pero no me gusta que me lo llamen tan a menudo.


1 comentario:

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Feliz año nuevo, Tomás, y que lo disfrutes.